La rotura de un embalse causa un muerto y cien desaparecidos en Brasil

EL PAIS.COM

Casi 94.000 personas han sido desalojadas en el Estado de Piauí por lluvias torrenciales

Las fuertes lluvias que azotan el Estado de Piauí, en el noreste seco del país, han provocado una tragedia. Una niña de 12 años, Francisca Maria Pereira, ha muerto y cien personas han desaparecido tras abrirse una brecha de 50 metros en la pared del embalse Algodões 1. La rotura de la presa liberó las aguas del rio Piragua, que abastece el embalse, y el caudal inundó la ciudad de Cocal da Estaçao, donde las aguas llegaron a subir 20 metros.

La ciudad, de 26.200 habitantes, está sin electricidad y 2.600 personas han tenido que ser desalojadas. En total, en todo el Estado de Piauí, uno de los más pobres del país, hay ya 93.865 personas fuera de sus casas a causa de las fuertes lluvias registradas.

Por motivos de seguridad Defensa Civil y el Cuerpo de Bomberos han desalojado a todas las familias en un radio de 10 kilómetros alrededor del embalse, donde se temen nuevas rupturas de la pared de protección.

Cinco helicópteros y varios equipos de rescate participan en la búsqueda de quienes han quedado a la intemperie y de las cien personas desaparecidas desde que se produjo la ruptura del embalse, en la noche del miércoles. Los bomberos buscan víctimas también en la ciudad de Buruti dos Lopes. El gobernador del Estado de Piauí, Wellington Dias, del Partido de los Trabajadores (PT), ha pedido que se practiquen vuelos de reconocimiento a lo largo del curso del río Pirangi entre el embalse Algodões 1 y el municipio de Buruti dos Lopes.

Se teme que parte de los cien desaparecidos puedan haber muerto arrastrados por la furia de las aguas, que está arrastrando muchos animales también muertos, aunque los familiares aún esperan que puedan ser hallados con vida.

La paradoja es que esos lugares del noreste pobre del país son llamados de seca por las persistentes sequías, que provocan escasez de agua para el consumo humano, la ganadería y la agricultura. Esta vez, sin embargo, la región está siendo golpeada por unas lluvias torrenciales hasta ahora inéditas.