Hasta cuando los joden????



Ana Teresa Salas (Periodista)


Desde que salí de Venezuela, hace casi 8 años, me habia prometido a mí misma no opinar, y menos aún, amargarme la vida por situaciones que se registran en mi ciudad, Mérida, en la que nací, viví y me desarrollé profesionalmente como periodista egresada de las aulas de LUZ, presentando un trabajo responsable y serio desde los diferentes medios de comunicación donde me correspondió trabajar. Pero es muy difícil permanecer inmóvil y callado cuando te das cuenta que continúan registrándose hechos injustos que atentan contra la dignidad y estabilidad de una institución, que si bien es cierto ha tenido muchos desaciertos y “manzanas podridas”, también, en su mayoría la conforman hombres y mujeres merideños honestos y trabajadores, que se ocupan de brindar seguridad en medio de tanta delincuencia que azota, no sólo a mi ciudad, sino a mi país en general.

No es justo que la alcahuetería, la anarquía, la negligencia y el desparpajo, sean el denominador común entre quienes ejercen la autoridad en Mérida, desde quienes se apoltronan en los cargos oficiales del ejecutivo regional, pasando por autoridades universitarias y culminando entre quienes, asalariados con los dineros que pagan en impuestos todos los venezolanos, deben velar porque el trabajo de la administración de justicia, sea “realmente justo y legal”. En este grupo incluyo desde vergatarios policías de investigación criminalística, como a fiscales del MP (mejor puyo-ojos) y jueces.

Pareciera que el accionar casi simultáneo de estas autoridades, fuera una consecuencia del miedo a la reacción de los grupos anárquicos y delictivos. Y esa es la gran realidad, aunque es más fácil condenar y sancionar a quienes no “tienen abuela”, que tener que enfrentar a aquellos, que desde diferentes épocas han existido, gracias a la alcahuetería y la falta de gobierno universitario, especialmente, porque sus acciones siempre las desarrollan desde instalaciones universitarias.

Yo pudiera pensar que desde hace algunos años, por cierto más de los que tiene “la revolución” en el país, se impuso un manual de procedimientos que corre solito, sin mucho esfuerzo, y en el que intervienen algunos “factores de la sociedad” que sin vergüenza alguna, juegan con la inteligencia de todos los merideños; primero, por la “eficiencia” con la que desarrollan su trabajo, y segundo y demás, por las consecuencias de sus actos.

Quién no sabe que desde dentro de las instalaciones universitarias de la ULA y del IUTE se manejan y se disparan armas de fuego? Quién no sabe que no necesariamente son armas de fuego convencionales: es decir, revolver Smith & Wesson, fusil AK-47, pistola Magnum, etc? Quién no sabe que las municiones de los tubos que formaban parte de las cercas de las instalaciones universitarias, convertidos en poderosas bazukas son principalmente balines, metras, plomitos, pedazos de vidrios de botellas, morteros y pare de contar? No lo saben? Entonces pregunten sobre esto a los especialistas Tarek El Aissami, Lisandro Estupiñan, Pedro Alvarez y su combo, quienes eran los que hace algunos años incendiaban la ciudad, saqueaban camiones propiedad privada de trabajadores, amenazaban periodistas y fotografos, y hoy por hoy son flamantes autoridades regionales y nacionales.

Me niego a pensar que dentro de la Policía de Mérida existan uniformados estúpidos e ignorantes, que a sabiendas que estan siempre en la “mira”, utilicen metras o balines dentro de las escopetas de perdigones para enfrentar disturbios estudiantiles, especialmente por los hechos acaecidos justamente el año pasado, cuando murió un joven que intentaba ingresar a la ULA. Y lo que es peor, me niego a creer que estos funcionarios, sabiendo la historia de muchos casos anteriores, se ofrezcan como sacrificio para “la paz de la ciudad y del estado”.

Pero lo más asombroso, es la diligencia, la eficiencia, la prontitud, el profesionalismo y la dedicación de los más vergatarios investigadores criminalísticos de ese Cuerpo de Investigaciones que olvidé su nombre, para determinar con tal precisión que de las escopetas de los tantos funcionarios policiales salen las metras, o plomos, o lo que sea, que se alojan en los cuerpos de los jóvenes que se encuentran solo protestando, porque ese es un derecho constitucional.

Y me pregunto….que pasaría si algún día, haciendo uso de la JUSTICIA, esos mismos investigadores vergatarios le hicieran peritajes a las “bazucas domésticas” que utilizan los “presuntos estudiantes” que disparan desde el interior de instalaciones educativas contra la Policía, sin tomar en cuenta a quienes tienen adelante de sus “armas de lucha”. Cuando los vergatarios investigadores, imitadores de la serie de televisión americana NCIS han solicitado a algún Rector (todos iguales de alcahuetes) hacer una planimetría desde dentro de las instalaciones universitarias hacia el exterior y el peritaje al armamento de los “estudiosos”? Dónde están los responsables de las lesiones graves ocasionadas a funcionarios policiales, algunos lisiados de por vida? Dónde está al menos, la investigación policial vergataria, oportuna, diligente, eficiente y profesional de los criminalistas para poner tras las rejas, con sanciones de varios años propuestas tanto por fiscales del Mejor Puyo-Ojos y ejecutadas por jueces diligentes en estos casos? Que yo sepa, la balanza de la justicia no debe inclinarse mas para un lado, porque entonces no es justicia.

Todo el mundo en Mérida sabe quienes son los revoltosos, los incendiarios, los bazuqueros (de bazuka, aunque no se si de lo otro también), y lo supieron y saben gobernadores, todos los rectores que han pasado por la ULA y autoridades del IUTE, los policías, los vergatarios investigadores, la Guardia Nacional, la Disip, la DIM, Tarek, Lisandro, Pedro,…todos, pero es más cómodo y más barato acusar a quienes por subordinación y ofreciendo manutención para la familia, se quedan callados, no reaccionan, porque encima de todo, y para más remate, el Presidente Chávez terminó de sentenciarlos, casi a muerte, cuando se refirió al caso de Mérida en su “ladilla dominical”. Y…..ay de quien se atreva a defenderlos desde la institución!!, porque está botado, condenado al hambre, a la miseria, al escarnio público por reclamar sus derechos y exigir justicia. Esa vaina no se hace, ya basta de alcahuetes, ya basta de sacrificar a quienes percibiendo un escaso salario, se atreven a proteger a la población de los verdaderos delincuentes que parecieran ser los intocables de ayer y hoy.

Siempre llevo en mi corazón y en mi mente mis tantos años del ejercicio del periodismo de sucesos y tribunales, y por tanto, recuerdo momentos muy especiales vividos dentro de la fuente policial, conociendo y compartiendo con todos los organismos de seguridad y enterandome de los avatares de la administración de justicia…..y nunca se me olvida, porque para mi fue impactante, ver y escuchar al, para entonces flamante dirigente estudiantil de Derecho, protegido del Decano Andrei Gromiko, Lisandro Estupiñan, gritar a toda garganta, ¡Viva Chávez!....mientras lanzaba una bomba molotov contra un camión-cava que transportaba alimentos para surtir las bodegas de la zona norte de la ciudad, eso si, no sin antes saquearlo completamente, porque su negocio era vender el producto del saqueo a los comerciantes inescrupulosos que se beneficiaban económicamente de esos actos. Ah, olvidaba decir; ya no vivo en Mérida, ya no vivo en el país, no tengo propiedad alguna en Mérida y mi familia se mudó para otra ciudad, para que no se molesten en tratar de agredir.

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