Injuvem celebró aniversario del natalicio de Simón Rodríguez



***Rodríguez debió y debería estar siempre en lo más alto de la enseñanza nacional, tras ser un gran hombre teórico y doctrinario de la política educativa

En conmemoración del 237 aniversario del natalicio de Simón Rodríguez, representantes del Instituto de la Juventud del estado Mérida, llevaron a cabo una ofrenda floral ante la efigie de El Libertador Simón Bolívar, además de una clase magistral de la vida y obra del “Ilustre Maestro Robinson”.

La solemnidad comenzó en la Plaza Bolívar de la ciudad de Mérida y culminó en el “Salón del Pueblo” del Palacio de Gobierno, con la participación del profesor de historia Trino Borges como invitado especial, autoridades regionales de la Misión Robinson y un centenar de estudiantes merideños del Liceo Libertador y la Escuela Técnica Comercial “Simón Rodríguez”.

Toro Belisario, director general del Injuvem, mostró con júbilo ante la figura del alumno insigne del prócer venezolano, el reconocimiento al formador fundamental de la liberación e institucionalidad de la educación en América Latina.

“Es por ello que Invitamos al profesor Trino Borges, con la intención de hacer reflexionar a los estudiantes sobre quién fue, qué hizo, así como la importancia y sitial que debe tener el maestro Simón Rodríguez en la educación venezolana, porque existe gran preocupación ante el poco material bibliográfico existente en los libros escolares de este glorifico personaje”, indicó Belisario.

Disertación Académica
Por su parte, el profesor Borges manifestó que nunca se llega a un total conocimiento de Simón Rodríguez, quien debió y debería estar siempre en lo más alto de la enseñanza nacional, tras ser un gran hombre teórico y doctrinario de la política educativa.

Dijo que él siempre insistió en la escuela de formación republicana, con raíces en América, con el fin de recuperar la historia que había sido suplantada por el imperio que construía hombres subordinados, pasivos y sumergidos en las acciones provenientes de Europa a través de la escuela colonial.

Agregó el historiador que a pesar de la derrota de su proyecto educativo, ante el poderío de las fuerzas sociales de la colonia, la cual lo obligó a dejar la escuela e incursionar en la escritura, pensando en que las generaciones posteriores seguirían su legado, dejó obras como: “Sociedades Americanas”, “Luces y Virtudes Sociales”, y “Defensa de Bolívar”.

En el siglo XIX, los intelectuales de la época desterraron a Rodríguez, al no propagar sus deseos. Fue un siglo después, en 1954, al llegar sus restos a tierras venezolanas, cuando se hizo la primera edición pedagógica, lo que significa que sólo tenemos 50 años leyendo al hoy conmemorado, “faltarían muchas cosas por leer para poderlo comprender”, señaló.

“Simón Rodríguez no es para la contemplación, sus ideas son para discutirlas y hacerle muchas preguntas a sus escrituras, para poder obtener el sentido de sus palabras y dejar de llevarnos por lo que dicen los demás”, enfatizó el académico. (OCI / Wilmer Sosa. Fotos Asdrúbal Contreras

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