“Antes de ser gobernador, era Florencio Porras; como gobernador fui Florencio Porras; después de gobernador seguiré siendo Florencio Porras; gracias al pueblo de La Azulita por su afecto; en mí, simplemente, un amigo” exteriorizó
Por su dedicación y apoyo al desarrollo del municipio Andrés Bello, Florencio Porras Echezuría, gobernador del estado Mérida, fue condecorado con la orden “Don Andrés Bello” en su única clase, distinción que hizo entrega el pueblo revolucionario azulitense liderado por Ramón Lobo, alcalde de La Azulita.
La imposición al mandatario regional se efectuó el pasado 3 de octubre, durante la sesión solemne del Concejo Municipal, con motivo de los 50 años de vida sacerdotal del presbítero Pedro Moreno, hijo ilustre de estas tierras andinas.
Porras, en su discurso de gratitud, reconoció el apoyo brindado por parte del pueblo azulitense durante sus ocho años de gobierno, abordado de situaciones con dificultades, lágrimas, sonrisas y mucho trabajo, siempre encaminado hacia la construcción de una Mérida posible.
“Gracias a todos aquellos habitantes de esta tierra hermosa, que más allá de lo político o por ser el gobernador de la entidad, me ofrecieron su afecto y cariño, a través de un abrazo o una palabra de amistad”, indicó.
El homenajeado resaltó, que para llegar a la Gobernación del estado, en el año 2000 se derrotó a quien era en aquel entonces gobernador de Mérida, quien arropaba a los demás aprovechando la fuerza del dinero, pero que sucumbió ante el trabajo que hizo el pueblo emeritense en cada rincón del territorio merideño.
“Este personaje, que luego salió diciendo con insultos que había sido perjudicado por un fraude, también fue derrotado electoralmente de manera contundente en las elecciones del 2004”, señaló.
Y con esa misma intención de seguir avanzando, para garantizar el triunfo de la revolución bolivariana en las próximas elecciones del 23 de noviembre, “he aceptado la coordinación de la campaña electoral de Marcos Díaz Orellana, para pulverizar de forma definitiva las aspiraciones políticas del candidato opositor, que hasta los miembros de su militancia, dicen: hasta cuándo este señor en su afán de poder. Como alma en pena, pide que lo nombren de algo”.
Porras, reconoció ante el pueblo de La Azulita, estar convencido de las cualidades y compromiso de Marcos Díaz para continuar la revolución en Mérida, con la responsabilidad de hacerlo mejor que Florencio Porras, que aunque con muchos errores, como todo ser humano, abrió las puertas e inició el camino hacia la revolución en el estado. Una etapa bonita pero difícil.
En cuanto a los destinos de la alcaldía del municipio azulitense, Porras dijo conocer bastante bien a Ramón “Pipa” Rodríguez, quien también tendrá el reto de superar la labor desempeñada por Ramón Lobo, hombre ejemplar para el proceso revolucionario, por su humildad, popularidad y eficiencia.
Para Porras, los azulitenses certificarán la continuidad de la revolución en el municipio Andrés Bello, para profundizar su labor y darle más poder al pueblo, para que ellos mismos sean los forjadores de su futuro, ahora con “Pipa” a la cabeza.
Y para quienes preguntan ¿ahora dónde irá Porras?, dijo: no es necesario tener ningún título, grado, jerarquía o estatus, para hacer revolución; en cualquier rol o posición del juego seguiré siendo un soldado, caminando junto al soberano en la construcción del proceso revolucionario.
“Antes de ser gobernador era Florencio Porras; como gobernador, fui Florencio Porras; después de gobernador seguiré siendo Florencio Porras; gracias al pueblo de La Azulita por su amistad; en mí, simplemente, un amigo”, exteriorizó. (Wilmer Sosa / OCI) Foto: José Angulo
Por su dedicación y apoyo al desarrollo del municipio Andrés Bello, Florencio Porras Echezuría, gobernador del estado Mérida, fue condecorado con la orden “Don Andrés Bello” en su única clase, distinción que hizo entrega el pueblo revolucionario azulitense liderado por Ramón Lobo, alcalde de La Azulita.
La imposición al mandatario regional se efectuó el pasado 3 de octubre, durante la sesión solemne del Concejo Municipal, con motivo de los 50 años de vida sacerdotal del presbítero Pedro Moreno, hijo ilustre de estas tierras andinas.
Porras, en su discurso de gratitud, reconoció el apoyo brindado por parte del pueblo azulitense durante sus ocho años de gobierno, abordado de situaciones con dificultades, lágrimas, sonrisas y mucho trabajo, siempre encaminado hacia la construcción de una Mérida posible.
“Gracias a todos aquellos habitantes de esta tierra hermosa, que más allá de lo político o por ser el gobernador de la entidad, me ofrecieron su afecto y cariño, a través de un abrazo o una palabra de amistad”, indicó.
El homenajeado resaltó, que para llegar a la Gobernación del estado, en el año 2000 se derrotó a quien era en aquel entonces gobernador de Mérida, quien arropaba a los demás aprovechando la fuerza del dinero, pero que sucumbió ante el trabajo que hizo el pueblo emeritense en cada rincón del territorio merideño.
“Este personaje, que luego salió diciendo con insultos que había sido perjudicado por un fraude, también fue derrotado electoralmente de manera contundente en las elecciones del 2004”, señaló.
Y con esa misma intención de seguir avanzando, para garantizar el triunfo de la revolución bolivariana en las próximas elecciones del 23 de noviembre, “he aceptado la coordinación de la campaña electoral de Marcos Díaz Orellana, para pulverizar de forma definitiva las aspiraciones políticas del candidato opositor, que hasta los miembros de su militancia, dicen: hasta cuándo este señor en su afán de poder. Como alma en pena, pide que lo nombren de algo”.
Porras, reconoció ante el pueblo de La Azulita, estar convencido de las cualidades y compromiso de Marcos Díaz para continuar la revolución en Mérida, con la responsabilidad de hacerlo mejor que Florencio Porras, que aunque con muchos errores, como todo ser humano, abrió las puertas e inició el camino hacia la revolución en el estado. Una etapa bonita pero difícil.
En cuanto a los destinos de la alcaldía del municipio azulitense, Porras dijo conocer bastante bien a Ramón “Pipa” Rodríguez, quien también tendrá el reto de superar la labor desempeñada por Ramón Lobo, hombre ejemplar para el proceso revolucionario, por su humildad, popularidad y eficiencia.
Para Porras, los azulitenses certificarán la continuidad de la revolución en el municipio Andrés Bello, para profundizar su labor y darle más poder al pueblo, para que ellos mismos sean los forjadores de su futuro, ahora con “Pipa” a la cabeza.
Y para quienes preguntan ¿ahora dónde irá Porras?, dijo: no es necesario tener ningún título, grado, jerarquía o estatus, para hacer revolución; en cualquier rol o posición del juego seguiré siendo un soldado, caminando junto al soberano en la construcción del proceso revolucionario.
“Antes de ser gobernador era Florencio Porras; como gobernador, fui Florencio Porras; después de gobernador seguiré siendo Florencio Porras; gracias al pueblo de La Azulita por su amistad; en mí, simplemente, un amigo”, exteriorizó. (Wilmer Sosa / OCI) Foto: José Angulo